Anime del malo. Ponzoña en estado puro.

No hablaré de las series que son más para chicos pequeños, o de series como los shojo. No, no. Hablaré de series que, bien infantiles, bien no tanto, son auténticos deshechos. A veces incluso parece que los creadores, como método de motivación, se meten todo tipo de substancias nocivas (más nocivas aún para nosotros cuando tenemos que ver su creación) en el cuerpo.


El ser humano es egoísta, cruel y ambicioso. Y en el caso del anime también, por supuesto. Intenta triunfar y exprimir una idea hasta que se convierte en un auténtico cúmulo de zurullos, recién salidos de la pesadilla enferma de un niño con diarrea.

Así nos lo demuestran por ejemplo, en series como Digimon Frontier, en la que al ya no saber que hacer visto la decadencia de las anteriores temporadas (una primera fantástica, una tercera en bajón) no se les ocurre inventar otra burrada más que los (antes encantadores) odiadios niños, se transforman ellos mismos en Digimon. Patético. Algo parecido sucede con Pokémon. Años atrás, teníamos a Pokémon como Rattata, el ratón, Ekans (Snake al revés), la serpiente o Butterfree, la mariposilla. Ahora nos encontramos con auténticos monstruos que hacen daño a la vista. Y, obviamente, Pokémon es una serie que ha quedado ya hace mucho tiempo atrás, en la infancia. Pero esto es una maldita ofensa hacia el sentido del gusto. Además, ¡señores! Esos chicos tienen que ir al colegio, por favor, que acaben ya con la serie, que Ash empezó con 10 años. El pobre está ya en los 20 y tantos y sin unos dichosos estudios básicos.
Hablaría de la pifia de Dragon Ball GT, pero prefiero olvidarlo, y dejar Dragon Ball como la obra maestra que a mi parecer es. No el mejor anime, ni de lejos, pero sí el que más me ha marcado.

Tenemos también por otro lado, las series que, ya de por si son totalmente estúpidas. Caso de "Let's & go". Una serie que trata de carreras con coches teleridigidos. Alucinante. Al menos a cosas como Bey Blade le han sacado rentabilidad, vendiendo artículos. (Sí, peonzas) Y no hablaré de Medabots, porque seguro que a alguna gente le gusta. Aunque claro, esto no es más que mi opinión, así que diré que para mi Medabots es una soberana burrada,y ya puestos a hacer una burrada, que la hagan bien. La estupidez máxima bien presentada hace cosas tan ridículas, que son buenísimas, como Bobobo.

Lo peor de todo es que en este maldito pais, nos tenemos que tragar series como estas, porque otras como Bleach, son "violentas" para los peques (¡Señores, que no estamos pidiendo que nos traigan Elfen Lied!). ¡También vemos todos los días pelis para mayores de 18, y si los padres no quieren, esos niños se quedan sin ver la peli! No es necesario que nos tengamos que chapar un anime a las 3 de la mañana. Además, no hacen más que censurar. En fin, bendito sea internet, que nos lo trae todo y en versión original.

El mundo del anime...también tiene su lado oscuro.